1950 - Miquel Xirgu Subirà -
Si en el demonio de 1949 se representaban los 7 pecados capitales, el de 1950 se representaba a los pecadores del mundo de la alimentación. El demonio aparecía como el rey que posee el mundo, y las diferentes profesiones se habían dejado seducir por el mal, adulterando sus productos: el pescador que ponía sobrepeso en la balanza, la vaquera que diluía agua en la leche, el tabernero que añadía regaliz y salfumán al vino del Priorato para que sean más fuertes, el carnicero que ponía gato en las salchichas, y el panadero que vertía serrín en la pastora para alargar la masa.