1959 - Miquel Xirgu Rico -
En 1959 el demonio fue un poco diferente, al igual que el presupuesto, ya que costó 9.500 pesetas. Encima de una gran columna, el señor de los infiernos presidía los males del incivismo que afectaban a la ciudad. Se mostraban diferentes personajes, sobre una gran plataforma, haciendo fechorías: uno disparaba contra una farola, otro hacía una pintada, otros iban bebidos... Este sería el último de los demonios modelados con figuras sinuosas.