1979 - Joan Mayné -
La propuesta del primer demonio de la democracia consistió en un demonio facha, vestido con chaqué, pantalones de “ratlladillo” aguantados con elásticos y corbatín, que llevaba una horca que recordaba el símbolo de la victoria que Franco utilizó durante toda la dictadura. El personaje aparecía enristrado por el panel con un tenedor formado por cuatro barras rojas sobre fondo amarillo, mientras se quemaba con unas grandes llamas en la base. Por detrás le salía una gran columna de fajos de billetes de mil. El pedestal estaba decorado con muchas manos alzadas que reclamaban “Fuego Nuevo”.